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Cambios de la composición corporal en síndrome de Down 

El síndrome de Down (SD) es la aneuploidía (trastorno genético) más común en el ser humano, es causado por una trisomía (condición genética en el que una persona posee tres copias de un cromosoma en lugar de las dos habituales) del cromosoma 21. Se calcula que aproximadamente 1 de cada 1000 personas lo tiene. Por lo anterior, es esencial poder estudiar y comprender a mayor profundidad el síndrome y las manifestaciones clínicas propias de este, con el fin de poder brindar una atención nutricional específica y correcta para los pacientes que cuentan con este síndrome.  El SD se asocia con diferentes manifestaciones clínicas como son:… .De igual forma el síndrome de Down está asociado con problemas de salud significativos, como enfermedades como las cardiopatías congénitas, la apnea obstructiva del sueño, la enfermedad celíaca y las endocrinopatías. Los trastornos endocrinos generalmente se caracterizan por trastornos tiroideos, baja masa ósea, diabetes, baja estatura y propensión a estar sobrepeso/obeso. Los jóvenes con síndrome de Down (SD) presentan una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en comparación con sus pares sin esta condición. Las principales causas que contribuyen al aumento de peso en las personas con SD incluyen la hipotonía (reducción del tono muscular), una mayor predisposición a la inflamación sistémica, trastornos metabólicos y/o un metabolismo más lento.Los medicamentos que se administran con frecuencia en esta población, como los utilizados para tratar problemas endocrinos o de salud mental, también pueden favorecer el aumento de peso.

Además de esto, muchas de estas personas enfrentan limitaciones físicas que dificultan la actividad física, lo que, combinado con la falta de apoyo social y financiero, contribuye al desarrollo de sobrepeso y obesidad, deterioración funcional o disminución ósea. La salud ósea suele ser una preocupación adicional en la población con SD. Regularmente las personas con SD suelen presentar una densidad y estructura ósea más débiles, lo que las coloca en mayor riesgo de sufrir fracturas en el futuro en comparación con sus pares sin esta condición. La mala salud ósea está relacionada tanto con una menor acumulación de minerales durante la infancia y la adolescencia, como con problemas hormonales que afectan la densidad ósea. La suma de todas la variables pueden ser riesgosas para el paciente con síndrome de Down ya que pueden generar que exista una agravación de las manifestaciones clínicas propias de la condición, lo que a la larga puede propiciar una baja calidad de vida y que exista un aumento en la morbilidad de la persona.

Composición corporal 

La antropometría, como herramienta utilizada para monitorear la obesidad y el sobrepeso, se destaca por ser un enfoque eficiente, económico y que requiere poco tiempo. Esta disciplina, que forma parte de la antropología biológica, se dedica a estudiar diversas características fisiológicas, psicológicas y anatómicas de los individuos. Sin embargo no hay que dejar de lado otras técnicas de composición corporal como lo son la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA,por sus siglas en inglés), Bod pod, bioimpedancia (BIA), tomografía computarizada, entre otros métodos óptimos para esta población. Todos estos métodos mencionados anteriormente ya los hemos descrito en blogs pasados.

Es particularmente importante resaltar la necesidad de evaluar la composición corporal de personas con síndrome de Down, ya que, como se mencionó anteriormente, este grupo presenta características fisiológicas y metabólicas distintas que pueden influir en su riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad. La medición precisa de la composición corporal en personas con síndrome de Down no solo ayuda a detectar posibles desbalances nutricionales, sino que también permite diseñar intervenciones personalizadas que promuevan un estado de salud más óptimo. Así, contar con un protocolo adecuado para realizar mediciones antropométricas en este grupo poblacional es esencial para prevenir enfermedades asociadas a la obesidad y mejorar su calidad de vida.

Aunque los estudios son pocos, los resultados sugieren que los ejercicios físicos pueden tener efectos positivos en el peso corporal y la grasa corporal, con algunas variaciones según el tipo de intervención. Sin embargo, los cambios más grandes se observaron en un estudio con entrenamiento de resistencia y en otro con actividades acuáticas. 

Podemos concluir… 

El reto para los próximos años en el ámbito clínico será desarrollar y aplicar intervenciones terapéuticas que no solo favorezcan la pérdida de peso y reduzcan la grasa corporal, sino que también disminuyan la inflamación sistémica. Las estrategias que puedan abordar simultáneamente tanto el control de peso como la mejora de la salud ósea serán clave para reducir el riesgo de fracturas y otros problemas relacionados con el envejecimiento prematuro de los huesos en esta población.

Por lo tanto, es fundamental avanzar en el conocimiento sobre la composición corporal en el síndrome de Down, considerando el impacto de estos factores metabólicos, hormonales y nutricionales, y adaptar los programas de intervención para mejorar la calidad de vida y la salud integral de las personas con SD.

Referencias

  • Martínez-Espinosa RM, Molina Vila MD, Reig García-Galbis M. Evidences from Clinical Trials in Down Syndrome: Diet, Exercise and Body Composition. International Journal of Environmental Research and Public Health. 2020 Jun 16;17(12):4294
  • Relationship between Down syndrome, physical fitness and clinical manifestations. González-Aguero et al. 2010; Scand J Med Sei Sports
  • Olivetti Artioli T, Witsmiszyn E, Belo Ferreira A, Franchi Pinto C. Valoración del índice de masa corporal y la composición corporal en el síndrome de Down. Revista Médica Internacional sobre el Síndrome de Down [Internet]. 2017 May 1 [cited 2021 Dec 17];21(2):23–6. Available from: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-internacional-sobre-el-306-articulo-valoracion-del-indice-masa-corporal-S1138207417300118
  • Cabeza-Ruiz, R.A. Centeno-Prada, E. Sánchez-Valverde, F. Peña-García, J. Naranjo-Orellana, J.D. Beas-Jiménez. La fuerza de prensión manual en adultos deportistas con síndrome de Down. Influencia del género y la composición corporal. Revista Portuguesa de Pneumologia. 2009 Dec 1;2(4):116–9.

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