Existen diferentes métodos para poder estudiar y analizar la composición corporal, los cuales se han ido desarrollando a lo largo de la historia de la mano con el avance de la tecnología.
El papel que ha jugado los avances tecnológicos en el estudio de la composición corporal (CC) es muy significativo y marca una pauta en el forma en la que hoy comprendemos la ciencia del estudio de la CC, lo cual ha sido útil para el desarrollo de los métodos más populares que en la actualidad y cada vez una mejor comprensión de los diversos componentes del cuerpo humano.
Entre los métodos más destacados se puede mencionar la Bioimpedancia Eléctrica (BIA, por sus siglas en inglés), la Absorciometría Dual de Rayos X (DXA, por sus siglas en inglés), la Tomografía Axial Computarizada (TAC) y las técnicas de Imagen por Resonancia Magnética (IRM).
Bioimpedancia eléctrica
La bioimpedancia eléctrica (BIA) resalta como una de las metodologías más utilizadas y prácticas. Este método no es invasivo y mide la capacidad de los tejidos biológicos para impedir el paso de una corriente eléctrica alterna conocida (50 kHz) y se expresa en función de dos componentes o vectores: resistencia (R) y reactancia (Xc).
Dentro de un miembro, la resistencia depende de la cantidad de tejido muscular, ya que este tiene un alto contenido de agua, junto con la resistencia del hueso y la grasa, conforme a la fórmula de resistores en paralelo.

Según lo anterior, existen tejidos biológicos cuya oposición a esta corriente eléctrica puede variar en función del contenido de agua, lo que significa que la impedancia eléctrica va a depender de la cantidad de agua presente en los diversos tejidos. Sin embargo, la desproporcionalidad del cuerpo también puede afectar las mediciones de impedancia.
Los valores de R y Xc deben ser incorporados a ecuaciones de regresión múltiples para obtener valores de diferentes compartimentos.
Absorciometría Dual de Rayos X
La Absorciometría Dual de Rayos X (DXA) puede utilizarse en poblaciones humanas de cualquier edad, lo que le da una ventaja significativa en comparación de otros métodos, esto debido a su baja exposición a la radiación. La exposición es mínima y varía desde 0.02 hasta 1.5 mrem según la velocidad o el instrumento que se emplee, incluso, la exposición es menor a la que está expuesto en un vuelo transcontinental. Aun así, al tener cierta radiación, no es recomendado en mujeres embarazadas por el riesgo que podría generar en el desarrollo humano.
Su base teórica radica en la estimación de la composición de los tejidos blandos y el contenido mineral óseo.
Para el análisis de CC se llevan a cabo una serie de exploraciones transversales desde la cabeza hasta la punta de los pies. Es importante recalcar que para la realización de este estudio no se requiere una preparación previa del individuo, sin embargo, la colocación es esencial para lograr datos precisos y exactos del DXA.
Otro punto es que el método DXA es funcional y ha sido considerado como uno de los estándares de oro para estimar la composición corporal por segmentos del cuerpo humano y la valoración de la grasa abdominal. Además de esto, los estudios muestran que DXA proporciona una medición excelente de la masa múscular esquelético apendicular. Todo esto convierte a la DXA en un buen método de referencia, ya que ofrece estimaciones precisas de la composición corporal.

Fuente: https://www.institutsguirado.com/?id=660&lang=es
Tomografía Axial Computarizada
Este método es un sistema que consiste en un tubo de rayos X y un receptor que gira en un plano perpendicular al individuo, creando imágenes transversales del cuerpo del sujeto expuesto .Los rayos X emitidos por el tubo van a debilitarse conforme estos pasan a través de los tejidos creando así una serie de imágenes.
El número de TAC es una medida de la mitigación en relación con el aire y el agua, y se puede decir que es la forma en que se expresa la mitigación de los rayos X y uno de sus determinantes principales es la densidad física.
Esta es una técnica utilizada con frecuencia en lo que corresponde a CC, sin embargo, anteriormente tenía una función más enfocada en medir el tamaño o proporción de los tejidos.
En la actualidad es un método que se utiliza para medir la composición de los tejidos sobre todo la masa muscular esquelética, entre otros.
Técnica de Imagen por Resonancia Magnética
La estimación de las partes del cuerpo, tejido muscular esquelético y adiposo, por Imágen de Resonancia Magnética (IRM) son muy similares a los ofrece la TCA. Su principal diferencia es la forma en cómo se toman las imágenes, en la IRM no se utiliza radiación ionizante. La IRM mayormente se basa en la interacción entre los protones, los cuales se encuentran de manera abundante en los tejidos del cuerpo humano. Los protones de hidrógeno tienen momentos magnéticos diferentes a cero, lo que significa que son como un imán. Al momento en el que una persona entra a la unidad de resonancia magnética, que vendría siendo como un imán con la fuerza de campo 15 000 veces más fuerte que la tierra, los protones se alinean. Una vez los protones están alineados, se aplica un campo de radiofrecuencia a los diversos tejidos, lo cual provoca que algunos protones absorba energía y al detenerse las pulsaciones de radiofrecuencia se libera esa energía que habían recargado, generando señales de radiofrecuencias, creando así las imágenes de corte transversal.
Podemos concluir…
La tecnología es esencial para el avance del estudio de la composición corporal.
Se estima que las nuevas tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y el análisis de big data, empiecen a tomar más relevancia en los próximos años en la ciencia del estudio para la composición del cuerpo humano y el comportamiento de sus diversos tejidos. Más específicamente, la IA puede procesar y analizar datos complejos de manera más precisa y rápida que los métodos antes mencionados. Por lo que nos queda seguir observando cómo entramos con las nuevas tecnologías a una era más avanzada de la ciencia de composición corporal.
Fuentes
Heymsfield S, Lohman TG, Wang Z, Going S. Human Body Composition. 2a ed. Heymsfield SB, Lohman TG, Wang Z, Going SB, editores. Champaign, IL, Estados Unidos de América: Human Kinetics; 2005.